La vida de la música en particular, y todas las artes en general, están viviendo tiempos complicados. La sociedad en todo la urbe se encuentra al límite de los nervios; la pandemia, la economía, la injusticia, la ecología y la salud, son algunos de los temas que nos quitan el sueño.

El mundo está polarizado: buenos o malos, de derecha o de izquierda, veganos o carnívoros,
machistas o feministas. Mientras tanto se nos va la vida a la velocidad de un tweet, un like, o una cantidad de seguidores en redes que nos confirmen que estamos haciéndolo bien.
¡Me parece triste y difícil! Hemos perdido autenticidad y la humanidad se está deshumanizando. Vivimos a través de un teléfono, en el que intentamos ser quienes soñamos ser, de acuerdo a los estándares que una sociedad impone a través de la manipulación de la información….
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